Características de las habitaciones Montessori
A diferencias de las típicas habitaciones infantiles desordenadas y caóticas, el método Montessori se encarga de estructurar habitaciones completamente funcionales, limpias y organizadas, que cubran las necesidades de los niños de forma integral.
En estos espacios los niños tendrán la oportunidad de experimentar sin limitaciones, recibiendo el soporte y supervisión de sus padres. Son ambientes infantiles con reglas para mantener el orden, pero en ellas nunca se promueve la limitación de la creatividad, y por tanto, el niño está invitado a participar e involucrarse directamente en su aprendizaje.
Una buena idea es que para la remodelación de la habitación hagas participe al niño, escuchando sus ideas y poniéndolas en práctica en la medida de lo posible, cuidando siempre de elegir materiales y mobiliario que no signifique un riesgo para su seguridad o desarrollo.
En este sentido, una de las principales oportunidades de las habitaciones Montessori en comparación con otras metodologías infantiles, es que todos los muebles son adecuados para la estatura, edad y etapa de los más pequeños.
Hay que eliminar el mito de que son más costosas que las habitaciones tradicionales, puesto que son muy prácticas y existen diversos materiales Montessori que son multiusos, que se necesitan en diferentes etapas de los periodos sensibles de los niños, y que por tanto te ahorrarán un montón de dinero.
Las habitaciones Montessori están orientadas hacia la simplicidad, y los materiales, juguetes, o mobiliarios que ya no atrapan la atención del niño, o que ya no funcionan para su etapa de aprendizaje, pueden ser alquilados e incluso revendidos para recuperar parte de la inversión. Genial, ¿no?
¿Por qué elegir las habitaciones Montessori?
Son mucho más seguras que otro tipo de habitaciones infantiles, y prioriza por encima de todo la salud física, mental, y el desarrollo de los niños. Se trata de espacio cálidos que ayudan a que el pequeño se sientan en confianza y que poco a poco adquiera autonomía.
Les permite tener su propio ambiente, y lo recomendable es que los niños se muden a su habitación después de las siete u ocho semanas de vida, puesto que en sus primeros días están en un período sensible simbiótico, en el que necesitan con carácter obligatorio el calor de sus padres, especialmente el de su madre, ya que el niño ha vivido en el cuerpo de la misma durante un largo período, y necesita familiarizarse con el exterior poco a poco.
Si bien existen padres que instalan monitores y permiten que el bebé duerma solo desde el inicio, lo mejor es esperar como mínimo a la sexta semana. Tampoco es recomendable que el niño duerma con sus padres pasado este tiempo, pues de lo contrario le costará más trabajo desprenderse y tomar autonomía.
Características y beneficios de las habitaciones Montessori
Ambiente cálido y confortable
Los niños se enfrentan constantemente a los cambios, se adaptan a un nuevo entorno después de abandonar el vientre de su madre, y en algunos casos tienen miedo de estar solos, en especial en lugares oscuros.
Por ello es imprescindible que la habitación sea luminosa y con una temperatura equilibrada. Puede parecer increíble, pero tanto la sensación térmica como el nivel de luz, tienen repercusiones importantes en el estado de ánimo y autoestima del niño.
Además las habitaciones luminosas suelen ser más aseadas y ventiladas, por lo que permanecen limpias durante más tiempo.
Libertad de movilidad
La metodología Montessori condena las habitaciones que generan la impresión en el niño de que está preso o castigado en su habitación. Además, tampoco aprueba los dormitorios o espacios infantiles saturados de información a nivel visual, es muy importante que la habitación se encuentre despejada, limpia, y que cada juguete u objeto tenga un puesto designado.
Adicionalmente, si el niño se porta mal y necesita ser castigado, evita a toda costa utilizar la violencia o decirle que debe quedarse en su habitación hasta nuevo aviso. Las habitaciones nunca deben ser relacionadas con prisiones, o lugares lúgubres en los que es “un castigo” estar, pues a futuro esto traerá severas consecuencias en su autoestima.
Por el contrario, si te desobedece, puedes asignarle tareas pequeñas, darle lecciones, hablar con ellos, e incluso pedirle que limpie la habitación por su cuenta, de manera que entienda que todo error conlleva una consecuencia.
Comodidad
Asegúrate que la habitación sea cómoda, y que le permita al niño tener todo a su alcance. Esta característica incluye que el bebé conocerá los espacios de almacenamiento de juguetes, materiales y ropa, de modo que pueda acceder a ellos por su cuenta.
Intuitivas
En las habitaciones Montessori todo está a la vista y accesible, de modo que el niño pueda explorar su entorno de manera intuitiva, y aprovechar sus capacidades al máximo. Lo más importante es despejar la habitación de riesgos, como objetos punzantes, repisas muy altas, o muebles demasiado alejados de la superficie del suelo.
Es importante que la cama sea accesible y que pueda subirse y bajarse sin ayuda, que tenga espejos acordes a su estatura para que pueda visualizarse e identificarse a sí mismo, así como ir conociendo las partes de su cuerpo. En cuanto a las estanterías en todo momento deben ser accesibles y seguras, sin puertas con puntas afiladas.
Colores neutros o pasteles
Es importante que el color sea un estímulo, y que sea utilizado inteligentemente. Podemos agregar colores alegres y llamativos, pero de forma moderada, en cuanto a las paredes es preferible que las tonalidades a emplear sean pasteles, neutras, grisáceas, o marfiles, siempre procurando aportar calidez y confort.
La finalidad es que el niño pueda estar tranquilo y concentrado.
No usan materiales tóxicos
En las habitaciones infantiles tradicionales, los padres deben prepararse con antelación, en especial para que la pintura de las paredes, de la cuna, y de otros elementos puedan secarse y que el olor no afecte al bebé.
¡Esto es un error fatal! Y puede traer consecuencias severas, como alergias, problemas respiratorios, enfermedades temporales en la piel, e incluso intoxicación por aspiración. Por ello el método Montessori sugiere habitaciones decoradas y pintadas con materiales orgánicos no tóxicos.
División de los ambientes
Es muy importante que el niño tenga ambientes para leer, descansar, realizar ejercicios motrices, gatear, jugar, estudiar, pintar, y llevar a cabo proyectos personales. La división no necesariamente debe ser física si el espacio es limitado, también es posible dividir las áreas por tiempos.
Entre otras cosas, es importante agregar colchonetas que se puedan guardar en armarios, o en su defecto alfombras que serán grandes aliadas. También puedes colocar plantas de modo que el niño se vaya familiarizando con la naturaleza.
Si deseas empezar a crear una habitación infantil Montessori, puedes contactar con nosotros que te brindaremos asesoría y todos los recursos que necesitas para poder desarrollarla de la mejor manera.